Qué es la diabetes
La diabetes es una enfermedad en la que el cuerpo es incapaz de usar y almacenar apropiadamente la glucosa, lo que provoca su permanencia en sangre en cantidades superiores a las normales. La glucosa es un azúcar indispensable para la vida. Es un alimento que la sangre lleva a cada célula del cuerpo, algo así como el combustible del organismo, es decir energía pura. Pero para que la célula pueda aprovechar la glucosa de la sangre necesita de una hormona: la insulina. La insulina se produce en el páncreas, más precisamente en los islotes de Langerhans. Cuando existe una destrucción de estos islotes y falta insulina, aparece la diabetes mellitus. La diabetes altera, en su conjunto, el metabolismo de los hidratos de carbono, los lípidos y las proteínas, situación extremadamente grave cuando no está bien controlada. Pero siguiendo una dieta adecuada, pobre en azúcares y rica en otros nutrientes, practicando ejercicios en forma regular y tomando antidiabéticos orales o inyectándose insulina, el diabético puede seguir su rutina normal y su calidad de vida suele ser muy buena.
Cómo mantener la glucosa bajo control.
La Asociación Americana de Diabetes recomienda para los diabéticos un menú que contenga: 55% de hidratos de carbono, 30% de grasas, 15% de
proteínas. Hidratos de carbono: deben ser, principalmente, no refinados pastas, arroz, cereales, panes de harina integral, verduras y frutas frescas. Los diabéticos bien controlados pueden incluir en su dieta pequeñas cantidades de azúcares y dulces. Fibras: conviene consumir las solubles, contenidas en avena, salvado de avena, manzana, cítricos, legumbres secas, porotos, lentejas, arvejas y papas. La ingesta de cereales integrales es muy beneficiosa para los diabéticos.